Creo que a la mayoría nos suele pasar que cuando estamos preparando un trabajo, una sustentación, una exposición o más sencillamente, cuando queremos recuperar lo perdido o no realizado, y nos hacen la pregunta sobre CÓMO LO HARÍAMOS CON NUESTROS ESTUDIANTES DEL INSED, volteamos los ojos hacia arriba y tratamos de imaginarlos con sus fortalezas y deficiencias, pero también con su carga de ilusiones.
A continuación pongo a su consideración una situación de aula, observado sobre un trabajo de la Universidad de Andalucía, donde hay toda una metodología explicita de Aprendizaje Colaborativo.
SITUACIÓN 1: APRENDIENDO JUNTOS
Pablo es un consumado cocinero. Le gusta no sólo cocinar sino enseñar a otros el arte de la cocina. Por ello en un momento de su vida profesional optó por ser Tutor, formador , como él dice: “ cocinar consiste en desarrollar la creatividad utilizando la imaginación a través de las competencias necesarias”.
Este año es su tercer curso como formador de futuros cocineros, su corta experiencia en ello le dice que tiene que cambiar la forma en que se desarrollan las clases. Reconoce que los contenidos del curso son los adecuados, pero la metodología que utiliza no le ayuda a crear un ambiente de aprendizaje colaborativo entre los alumnos.
Por el contrario, aunque los alumnos adquieren el conocimiento y las competencias necesarias, está “luchando” todo el curso evitando situaciones competitivas y comparativas entre los mismo, que para nada ayuda a crear un clima de aprendizaje adecuado para que los alumnos lleguen a ese fin que pretende: “el gusto por cocinar”. Pablo se pregunta: ¿Qué puedo hacer? ¿Sería conveniente cambiar de metodología? ¿qué estrategias o herramientas puedo utilizar?
CONSULTA AL EXPERTO 1. Aprendiendo juntos
Sabemos hoy que los proceso de enseñanza no deben de centrarse sólo en la transmisión de información, conocimiento, etc.. Las interacciones y procesos de comunicación que se establecen en el aula condicionan y determinan no sólo lo que se aprende sino el cómo se aprende.
Crear un clima de aula adecuado para que se desarrolle una interacción social positiva entre sus miembros, requiere tener en cuenta dos elementos:
:: la estructura de participación o estructura social, que se refiere a lo que se espera que hagan el formador y sus alumnos;
:: la estructura de contenidos o estructura académica que se refiere a la organización de los contenidos de la actividad académica que se desarrolla.
Estos dos elementos pueden desarrollarse a través del aprendizaje colaborativo promoviendo el respeto y la participación de todos sus miembros y consiguiendo como fin la mejora del clima del aula.
SITUACIÓN 1.1: HACIENDO LO MISMO Y AL MISMO TIEMPO
Pablo reflexiona sobre su aula:
“ las mayoría de las actividades que propongo en clase conducen a que todos mis alumnos hagan lo mismo y al mismo tiempo... Cuando pienso en el tema de preparación y conservación de carnes, donde todos tuvieron que aprender a cortar y deshuesar las carnes.... sólo algunos consiguieron aprender las técnicas de corte.
Este tema es para trabajarlo a lo largo de todo el curso y los compañeros pueden servir de ayuda a otros.... como cuando Juan enseñó a Lucía a deshuesar un pollo.... yo no se lo enseñé y sin embargo aprendió mejor que otros alumnos a los que directamente atendí”.
¿Qué se está cuestionando Pablo? ¿la organización de los contenidos? ¿cómo adquieren las destrezas sus alumnos? ¿el papel que juega como formador?
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN 1.1 Haciendo lo mismo y al mismo tiempo
Cuando Pedro reflexiona sobre su clase se centra en dos aspectos básicos: en cómo aprenden sus alumnos, y si los contenidos y la organización del tiempo están adecuados a las características de sus alumnos.
Pedro reflexiona sobre lo que acontece en su aula, investigando para detectar necesidades y promover los cambios oportunos para que el proceso de enseñanza-aprendizaje mejore. Se señala en este caso la necesidad de organizar y temporalizar mejor los contenidos y los agrupamientos de los alumnos.
CONSULTA AL EXPERTO 1.1 Haciendo lo mismo y al mismo tiempo
El diseño organizativo de los contenidos en un programa formativo debe de partir de la identificación de los conceptos y estrategias importantes a desarrollar en función de las necesidades formativas de los alumnos. Una vez identificados, se debe dar un orden de prioridad (saber entre ellos cuáles son los más importantes y cuáles son los menos importantes). Ahora bien, ¿cómo se desarrolla este diseño?
Si pretendemos estimular en los alumnos un aprendizaje significativo, tendremos que formar a alumnos que posean herramientas claves para poder hacer, usar y comunicar el conocimiento adquirido en un determinado campo de acción. Una buena parte de estas herramientas o procesos los adquirimos en interacción con los demás (intercambiando información, sentimientos, apoyo, etc.). Por ello el promover contextos de aprendizaje colaborativo proporciona en definitiva a los estudiantes, las herramientas y habilidades de pensamiento que necesitan para llevar a cabo auténticas tareas y procesos de aprendizaje.